El horror de la vorágine/The horror of the maelstrom
El horror de la vorágine.
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Hails jah Haila.
ᚺᚨᛁᛚᛊ ᛃᚨᚺ ᚺᚨᛁᛚᚨ.
Haila Frijonds jah Frijonjos Meina!
ᚺᚨᛁᛚᚨ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛞᛊ ᛃᚨᚺ ᚠᚱᛁᛃᛟᚾᛃᛟᛊ ᛗᛖᛁᚾᚨ!.
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<<No todos sobreviven a su entropía>> esta es una de las frases icónicas de nuestro amigo y gudja Lino Isaac Vazquez, misma que en esta ocasión pongo sobre la mesa a propósito de una situación que considero prudente abordar.
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La entropía es como una vorágine de miedos e inseguridades que en algún momento debemos atravesar todos los que buscamos crecimiento espiritual. Hasta aquí la cosa va bien y es clara, el problema es aquello que surge despues de cruzar semejante caos.
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Como aprendices de gudja, entendemos que la mayor parte de este proceso de autoconocimiento se debe realizar en solitario y con la conciencia bien despierta, sobre todo para no generar dependencia emocional y psicológica hacia esa figura que ubicamos como maestro, pues esto, aunque parezca inofensivo, ha llevado por muy mal rumbo a muchas agrupaciones a lo largo de la historia contemporánea del Heathendom.
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La parte difícil de cruzar la vorágine interna implica aceptar nuestros temores y resentimientos. Si somos lo bastante perspicaces, es probable que en este proceso nos demos cuenta de la raíz de muchas de nuestras aversiones, el por qué de nuestras tendencias ideológicas, la razón por la que tomamos determinadas decisiones, etc. Suena sencillo leyéndolo así, pero lo cierto es que cada quién tiene sus puntos vulnerables, traumas y demás, los cuales no siempre se logran sobrellevar en esta difícil prueba y por lo mismo a veces los resultados son devastadores.
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¿En qué momento hay que cruzar la vorágine?
No hay uno en específico, porque esto suele suceder a veces sin que nos demos cuenta, la naturaleza de la entropía psicológica es algo que se va revelando en el dia a dia durante el proceso de autoconocimiento de cualquier miembro de nuestra espiritualidad, sin embargo, esto es decisivo a la hora de convertirse en gudja.
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¿Entonces dónde está el peligro?
El peligro radica en que algunos, lejos de observar el porqué de sus sombras, sucumben ante ellas. Cuando esto pasa, el juicio se les nubla y comienzan a abrazar discursos de odio sin ser plenamente conscientes de lo que están haciendo. En su afán de curar el dolor de esas heridas abiertas en su proceso de entropía, buscan una relación paternalista con un líder que les aporte algo de consuelo.
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Cuando un practicante no ha superado la vorágine de su entropía, su caos interno, tiende a radicalizarse o incluso puede desertar de un grupo si considera que este no le está aportando lo que requiere en el momento. Actúa como una bestia sedienta de aprobación y cobijo, acepta cualquier persona que, lejos de hacerlo crecer, alimente su odio y desesperanza.
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Todos hemos tenido momentos en los que nos sentimos inseguros respecto a donde estamos y si vale la pena tanto esfuerzo, no es fácil arrancar las espinas de una formación judeocristiana y aceptar la pesada carga de hacernos responsables de nuestros actos sin culpar a otros, pero es ese el reto.
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Muchas veces basta con que un líder se la pase compartiendo sus resentimientos a otro montón que también los tenga, para que se haga un club de odio más enfocado en despotricar que en edificar a la gente en la Tradición. Piénsalo así, si más de la mitad de los mensajes que compartes en tu día a día son comentarios de odio hacia un grupo, minoría o género, dejame decirte que ahí hay un problema que te está estorbando.
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Si ya dijimos que la palabra tiene valor en nuestra espiritualidad, yo creo que conviene revisar aquello que sale de nuestra boca y esos mensajes negativos que arrojamos indiscriminadamente en nuestras redes sociales. Para un aprendiz de gudja importa mucho los mensajes que transmite, para un gudja esto es aún más delicado, estamos hablando de quienes trabajan por y para la Tradición, aquí no hay lugar para pasarnos de pesados.
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Sobrevivir a la vorágine de la entropía implica caer muchas veces y tener la voluntad de levantarnos en vez de sucumbir al odio o la inacción. Puede ser que ahora consideremos que lo que hacemos es insignificante, pero si un día encontramos la fuerza para superar eso que ahora nos tiene en el fondo de ese remolino, veremos que no todo es tan turbio u oscuro como pensamos.
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La Tradición nos necesita y nuestra gente también.
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<<Not everyone survives their entropy>> this is one of the iconic phrases of our friend and gudja Lino Isaac Vazquez, which on this occasion I put on the table regarding a situation that I consider prudent to mention.
Entropy is like a maelstrom of fears and insecurities that all of us who seek spiritual growth must go through at some point. So far things are going well and it is clear, the problem is what arises after crossing such chaos.
As apprentices of gudja, we understand that most of this process of self-knowledge must be carried out alone and with a wide-awake conscience, above all so as not to generate emotional and psychological dependence on that figure that we place as a teacher, because this, although it seems harmless , has led many groups down the wrong path throughout the Heathendom's contemporary history.
The hard part of navigating the inner maelstrom involves coming to terms with our fears and resentments. If we are perceptive enough, it is likely that in this process we will realize the root of many of our aversions, the reason for our ideological tendencies, the reason why we make certain decisions, etc. It sounds simple reading it like that, but the truth is that everyone has their vulnerable points, traumas and others, which are not always able to be overcome in this difficult test and for that reason sometimes the results are devastating.
At what point do you have to cross the vortex?
There is not a specific one, because this usually happens sometimes without us realizing it, the nature of psychological entropy is something that is revealed on a daily basis during the process of self-knowledge of any member of our spirituality, however, this is decisive in becoming a gudja.
So where is the danger?
The danger lies in the fact that some, far from observing the reason for their shadows, succumb to them. When this happens, their judgment is clouded and they begin to embrace hate speech without being fully aware of what they are doing. In their eagerness to heal the pain of those open wounds in their entropy process, they seek a paternalistic relationship with a leader who brings them some comfort.
When a practitioner has not overcome the maelstrom of his entropy, his internal chaos, he tends to become radicalized or may even desert a group if he considers that it is not providing him with what he requires at the moment. He acts like a beast thirsty for approval and shelter, he accepts anyone who, far from making him grow, feeds his hatred and despair.
We have all had moments when we feel insecure about where we are and if it is worth so much effort, it is not easy to remove the thorns from a Judeo-Christian formation and accept the heavy burden of taking responsibility for our actions without blaming others, but it is that's the challenge.
Many times it is enough for a leader to pass the time sharing his resentments to another group that also has them, for a hate club to be made more focused on ranting than on building people in the Tradition. Think of it like this, if more than half of the messages you share in your day to day are hate comments towards a group, minority or gender, let me tell you that there is a problem that is hindering you.
We have already said that the word has value in our spirituality, I think it is convenient to review what comes out of our mouth and those negative messages that we indiscriminately throw on our social networks. For a gudja apprentice, the messages that he transmits matter a lot, for a gudja this is even more delicate, we are talking about those who work for and for the Tradition, here there is no place to go too heavy.
Surviving the maelstrom of entropy means falling many times and having the will to get up instead of succumbing to hatred or inaction. It may be that now we consider that what we do is insignificant, but if one day we find the strength to overcome what now has us at the bottom of that whirlpool, we will see that not everything is as cloudy or dark as we think.
Tradition needs us and our people too.
Gutané Jér Weiháilag.
ᚷᚢᛏᚨᚾᛖ ᛃᛖᚱ ᚹᛖᛁᚺᚨᛁᛚᚨᚷ.
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Selene Ortiz Vázquez.
ᛊᛖᛚᛖᚾᛖ ᛟᚱᛏᛁᛉ ᚢᚨᛉᚲᚢᛖᛉ
H.O.S.F.
ᚺ.ᛟ.ᛊ.ᚠ.
México.
ᛗᛖᚲᛊᛁᚲᛟ
